La Paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”

Dios nos enseña a amar con un amor  ágape, con un amor más puro como el de Dios que da sin pedir una retribución, ya que dice tu palabra que aunque andemos en el valle de las sombras de la muerte,  no temeremos mal alguno porque siempre estarás con nosotros y en la casa de Jehová,  moraremos por toda la eternidad.

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